El mercado estadounidense mostró hoy su cara más bipolar: mientras los valores tradicionales del Dow Jones perdían fuerza, la tecnología volvió a adueñarse del protagonismo con subidas espectaculares. El índice industrial cayó alrededor de 118 puntos, arrastrado por los descensos de Verizon y Home Depot, que concentraron buena parte de las pérdidas.
Pero el verdadero movimiento del día vino del lado tecnológico. AMD anunció un acuerdo histórico con OpenAI para suministrar chips de alto rendimiento en los próximos años. El pacto contempla que la firma de Sam Altman pueda adquirir hasta un 10 % de AMD a través de warrants sobre unas 160 millones de acciones, además de un compromiso de potencia computacional de hasta seis gigavatios en su despliegue total.
El anuncio disparó las acciones de AMD, que llegaron a subir más de un 25 %. El mercado interpretó la noticia como un golpe directo a Nvidia, hasta ahora reina indiscutible del hardware para inteligencia artificial. Este movimiento consolida a AMD como nuevo rival serio dentro del sector y reaviva la carrera por dominar la infraestructura tecnológica del futuro.
Al otro lado del tablero, el cierre parcial del gobierno estadounidense sigue siendo un lastre. La paralización administrativa impide conocer datos clave como los de empleo o inflación, y deja a los inversores navegando casi a ciegas. Esta falta de referencias macroeconómicas eleva la volatilidad y aumenta la dependencia del mercado respecto a las noticias corporativas.
La sesión, en definitiva, deja un mensaje claro: la bolsa ya no se mueve solo por los números, sino por las narrativas. Mientras los sectores tradicionales pesan sobre el Dow, el entusiasmo por la IA sigue marcando el ritmo de Wall Street. AMD ha tomado la delantera, pero el desafío será mantener ese impulso en un entorno cada vez más competitivo y plagado de incertidumbre.

