Telia cerró el tercer trimestre con ingresos de 19 860 M SEK, una leve caída del 0,7 % respecto al año anterior. Sin embargo, el EBITDA ajustado subió hasta 8 460 M SEK, lo que supone un aumento del 2,5 % interanual y un ligero avance sobre las estimaciones de los analistas. Aunque los ingresos totales retrocedieron, la rentabilidad mejoró gracias a una gestión más eficiente de costes y a una contribución positiva del negocio sueco.
En su mercado doméstico, Suecia, los ingresos por servicios fijos crecieron un 3,9 % impulsados por el aumento en banda ancha y televisión, lo que compensó la ligera caída en los servicios móviles. El EBITDA en el país se elevó un 7,6 %, reflejando la buena evolución operativa. En cambio, Noruega volvió a ser un punto débil: los ingresos por servicios descendieron un 3,5 % y el EBITDA cayó un 8,2 % debido a la presión competitiva y al retroceso en televisión y banda ancha.
De cara a 2025, la compañía decidió revisar al alza su previsión de flujo de caja libre, que pasa de 7 500 M SEK a unos 8 000 M SEK. Al mismo tiempo, reducirá su inversión (CAPEX) hasta unos 13 000 M SEK, un ajuste significativo respecto al rango anterior de 14 000 M SEK. Esta combinación de menor gasto y mayor generación de efectivo refleja un enfoque más prudente, orientado a proteger la caja y maximizar el retorno para los accionistas.
Telia también espera un crecimiento del EBITDA ajustado de al menos un 5 % y un avance en los ingresos por servicios cercano al 2 %. No son cifras espectaculares, pero sí transmiten estabilidad en un sector maduro, donde mantener márgenes y liquidez resulta más valioso que expandirse a cualquier precio.
El mercado interpretó estas señales como una muestra clara de disciplina financiera. En un entorno donde los tipos de interés se mantienen altos y el capital es más caro, los inversores premian a las empresas capaces de generar caja de forma sostenida. El repunte del 4 % en bolsa demuestra que el foco ya no está tanto en el crecimiento agresivo, sino en la eficiencia y la consistencia de los resultados.
El caso de Telia es representativo de lo que está ocurriendo en buena parte del sector europeo de telecomunicaciones. Compañías como Telefónica, Orange o Deutsche Telekom enfrentan desafíos parecidos: baja rentabilidad, fuerte competencia y una pesada carga de deuda. Todas ellas buscan fórmulas similares para mejorar su perfil financiero, y Telia parece haber encontrado una combinación ganadora entre control de costes, reducción de inversión y priorización del flujo de caja.
En definitiva, Telia ha conseguido lo que muchos operadores europeos persiguen: equilibrar ingresos estables con una generación de caja sólida y predecible. Sus resultados del tercer trimestre no sorprendieron por crecimiento, sino por consistencia, y la mejora de previsiones para 2025 fue suficiente para devolver el optimismo al mercado. Para el inversor, este movimiento confirma que la estabilidad y la eficiencia pueden ser tan valiosas como el crecimiento, sobre todo en tiempos de incertidumbre.

