La historia comienza con una caída notable: la red de Solana, que en julio operaba con unos 125 millones de transacciones diarias, hoy registra apenas 64 millones aproximadamente. Esto refleja una contracción marcada en la actividad on-chain, un fenómeno que no ha pasado inadvertido entre analistas ni traders.
¿Por qué esta caída? Algunos expertos apuntan a una rotación de capital hacia cadenas con mayor atractivo temporal o incentivos puntuales. Otros señalan que Solana enfrenta fricciones técnicas, congestiones o un menor interés real por parte de los usuarios. En definitiva, parte del tráfico anterior podría haber estado impulsado por operaciones especulativas o por campañas de incentivos que ya se han agotado.
Mientras tanto, la atención del mercado se centra en la inminente decisión de la SEC sobre los ETFs al contado de Solana. Varias gestoras —como 21Shares, Bitwise, Grayscale, Franklin Templeton y VanEck— han modificado y actualizado sus propuestas tras recibir observaciones regulatorias. La fecha límite para la resolución definitiva se ha fijado para el 16 de octubre de 2025, aunque algunos expedientes podrían tener resoluciones parciales unos días antes.
La prórroga introduce cierta incertidumbre, pero también alimenta la especulación. Muchos operadores apuestan a que, si el regulador finalmente aprueba uno o varios de estos ETFs, entrará dinero institucional en el ecosistema de Solana, lo que podría reactivar tanto su precio como su adopción.
Por ahora, el token SOL se mantiene con cierta resiliencia. Aunque perdió la marca de los 200 dólares, su cotización no ha colapsado. Los analistas técnicos marcan zonas de soporte entre los 170 y 156 dólares, mientras que los más optimistas creen que, con una aprobación regulatoria, podría escalar hacia los 300 dólares o más.
En caso contrario, si la SEC decide retrasar nuevamente su veredicto o rechazar las propuestas, la reacción podría ser dura. Los flujos especulativos suelen retirarse rápido cuando la regulación se vuelve incierta, y eso podría amplificar las caídas a corto plazo.
En cualquier caso, el movimiento de Solana en las próximas semanas no dependerá tanto de su actividad interna como del clima general del mercado y de lo que ocurra con Bitcoin, que sigue marcando el ritmo para todo el ecosistema cripto.
El desenlace de octubre será clave para saber si Solana consolida su posición como la red alternativa más potente frente a Ethereum, o si sufre un parón tras meses de euforia. Lo que está claro es que, entre expectativas y correcciones, el mercado ya se está posicionando para un mes de alta volatilidad.
Conclusión
La caída de la actividad en Solana no parece una simple casualidad. Llega justo en la antesala de una decisión histórica que podría redefinir el futuro de la red. Si la SEC aprueba los ETFs, la confianza institucional podría disparar el precio y devolver el brillo al ecosistema. Si no, el ajuste podría ser brusco. En cualquier caso, octubre será un mes decisivo para el futuro de SOL y para el sentimiento general del mercado cripto.

