Durante el primer semestre de 2025, Mondi registró un beneficio antes de impuestos de 247 millones de euros, un 17 % menos que el año anterior. Aunque las divisiones de embalaje corrugado y flexible mantuvieron un comportamiento razonable, la línea de papel no revestido mostró una caída acusada. El descenso de los precios y los paros por mantenimiento afectaron directamente a los márgenes.
A esto se suma un entorno económico complejo: la demanda se mantiene contenida en Europa, el consumo industrial no termina de recuperarse y los clientes están ajustando inventarios. Los precios del papel y los productos de embalaje también han retrocedido, mientras que los costes fijos —energía, transporte y materias primas— siguen en niveles elevados. Mondi lo resume sin rodeos: “las condiciones del mercado seguirán siendo duras en la segunda mitad del año”.
A pesar del golpe bursátil, la compañía insiste en que su estrategia de crecimiento a largo plazo sigue firme. La integración del negocio de Schumacher Packaging, una de sus últimas adquisiciones, avanza según lo previsto, y Mondi espera que empiece a generar valor a partir de 2026. Aun así, los analistas creen que el mercado exigirá ver resultados tangibles antes de recuperar la confianza.
El desplome del 15 % refleja un cambio de ánimo en los inversores: de la esperanza en un rebote del consumo a la cautela ante un entorno industrial cada vez más desafiante. Para quienes siguen de cerca el sector, la pregunta no es si Mondi podrá recuperarse, sino cuándo el mercado volverá a confiar en su capacidad de generar crecimiento sostenible.

