El desplome de las acciones, superior al 4 %, llevó la cotización por debajo de los 30 euros, su nivel más bajo desde abril. El retroceso responde al debilitamiento de los volúmenes de venta, que acumulan una caída cercana al 5 % en lo que va de año. La presión se concentra en los neumáticos para camiones en Estados Unidos y en los destinados a fabricantes de automóviles en Europa, donde la demanda sigue estancada.
Desde la empresa reconocen que el mercado de reposición ha perdido impulso en los últimos meses y que, salvo un repunte inesperado, el cierre del ejercicio será plano. A ello se suman las tensiones derivadas de las políticas arancelarias, que han reducido las importaciones y creado un entorno de mayor cautela entre los grandes distribuidores.
Europa sigue siendo un punto débil para Michelin. El sector del automóvil continúa sin recuperar ritmo, con matriculaciones a la baja y una transición hacia el vehículo eléctrico más lenta de lo previsto. A pesar de un ligero avance frente al segundo trimestre, la mejora no ha sido suficiente para compensar la caída general de la demanda.
La reacción de los analistas no se hizo esperar. Varias firmas de inversión han revisado a la baja sus previsiones de beneficios para 2025, al considerar que cumplir los objetivos fijados hace un año será una tarea compleja. Todo apunta a que el 22 de octubre, cuando la compañía publique sus resultados completos, podría ser una fecha decisiva para saber si habrá ajustes en la hoja de ruta.
Michelin, sin embargo, mantiene su apuesta por la innovación y la eficiencia. Su estrategia pasa por fortalecer el segmento premium, desarrollar neumáticos específicos para vehículos eléctricos y acelerar su expansión en mercados emergentes, especialmente en Asia e India. En paralelo, la empresa continúa reduciendo costes y mejorando su mezcla de productos, lo que le permitió mantener un margen operativo sólido en la primera mitad del año pese al descenso de los volúmenes.
El fabricante también avanza en nuevas tecnologías, como los neumáticos sin aire desarrollados junto a Bridgestone, que podrían suponer una revolución en seguridad y sostenibilidad. Además, sigue liderando el ranking mundial de marcas de neumáticos más valiosas, con un valor estimado de 8.800 millones de dólares, según Brand Finance.
La competencia, no obstante, se intensifica. Bridgestone y Continental refuerzan su posición en el segmento premium, mientras que las marcas chinas, como Sailun, ganan terreno en el mercado global. A nivel deportivo, Michelin se prepara para dejar de ser proveedor único de MotoGP a partir de 2027, tras la decisión de Dorna de adjudicar el contrato a Pirelli, un cambio que simboliza el nuevo equilibrio de fuerzas en la industria.
El caso de Michelin refleja el momento que vive el sector del automóvil: menor crecimiento, más competencia y una transición tecnológica en pleno proceso. Aunque el corto plazo se presenta complicado, la compañía conserva una sólida posición financiera y una reputación que le permitirá seguir compitiendo en un mercado cada vez más exigente.
