Las bolsas europeas lograron cerrar en positivo tras un arranque dubitativo. El índice Stoxx 600 avanzó un 0,2 %, mientras el CAC 40 francés rebotó un 0,3 % después de sufrir su peor caída desde agosto. Sin embargo, el euro volvió a retroceder frente al dólar, presionado por la crisis política en París. La dimisión del primer ministro Sébastien Lecornu ha dejado a Francia sumida en un nuevo capítulo de inestabilidad que amenaza con forzar elecciones anticipadas.
En Asia, la jornada fue más tranquila. Japón celebró la elección de Sanae Takaichi, defensora del gasto público y los tipos bajos, como nueva líder del partido gobernante. Los mercados reaccionaron con una fuerte compra de deuda pública y las acciones alcanzaron máximos históricos, aunque el yen se mantuvo débil frente al dólar, que ronda los 150 yenes por unidad.
En el ámbito global, el índice MSCI de acciones mundiales se mantiene cerca de sus máximos históricos, impulsado por la expectativa de que la Fed recorte los tipos de interés antes de fin de año. Además, el entusiasmo por la inteligencia artificial sigue apoyando la demanda de activos tecnológicos, especialmente tras el acuerdo multimillonario entre AMD y OpenAI para el suministro de chips.
El dólar ganó un 0,3 % frente a una cesta de divisas, apoyado por la caída del euro y el yen. Por su parte, los rendimientos de la deuda francesa se situaron en el 3,59 %, reflejando la preocupación de los inversores ante la situación política del país. En Estados Unidos, los futuros apuntan a una apertura ligeramente bajista tras los máximos registrados el lunes, con los mercados pendientes del bloqueo presupuestario que mantiene paralizada parte de la administración estadounidense.
El Banco Mundial dio una nota positiva al revisar al alza su previsión de crecimiento para China en 2025, aunque advirtió de que el impulso económico podría perder fuerza en 2026. En las materias primas, el petróleo Brent bajó ligeramente hasta los 65,38 dólares por barril, mientras el oro se estabilizó en torno a los 3.959 dólares la onza y el bitcóin repuntó con fuerza como alternativa ante la incertidumbre política.
El tono general de los mercados sigue siendo de cautela. Los inversores confían en que el ruido político no frene del todo el impulso económico, pero la volatilidad continúa siendo un factor a tener en cuenta. La combinación de crisis gubernamentales, tensiones monetarias y expectativas de recortes de tipos promete un cierre de año agitado en los mercados financieros.
