El Dollar-Cost Averaging consiste en invertir una cantidad fija de dinero a intervalos regulares, sin importar cuánto valga el activo en ese momento. Es decir, si decides comprar 100 euros en Bitcoin cada mes, adquirirás más unidades cuando el precio caiga y menos cuando suba. Con el tiempo, esto te da un coste medio equilibrado, reduciendo el riesgo de comprar justo antes de una corrección fuerte.
Esta táctica, usada por todo tipo de inversores —desde principiantes hasta fondos institucionales—, funciona especialmente bien en mercados volátiles como el de las criptomonedas. En lugar de intentar adivinar cuándo comprar o vender, el DCA fomenta la constancia, lo que en la práctica suele traducirse en mejores resultados a largo plazo.
Un ejemplo real de esta estrategia lo encontramos en El Salvador. Desde noviembre de 2022, el gobierno de Nayib Bukele compra un Bitcoin al día, sin importar su cotización. Con el precio actual de la criptomoneda por encima de los 65.000 dólares, las compras diarias han generado importantes beneficios, demostrando cómo la disciplina puede superar al azar.
Sin embargo, no todo son ventajas. En mercados claramente alcistas, invertir todo de golpe suele generar mayores rendimientos que hacerlo poco a poco, porque más capital se beneficia de la subida. Aun así, el DCA tiene un gran valor psicológico: elimina la ansiedad, el miedo a perderse una subida y las decisiones impulsivas que arruinan muchas carteras.
Implementar esta estrategia es sencillo. Basta con elegir un activo sólido como Bitcoin o Ethereum, definir una cantidad que puedas mantener de forma constante y programar compras automáticas en tu exchange de confianza. Lo importante es no romper la rutina: el DCA premia la constancia y penaliza los cambios de rumbo.
Eso sí, hay que tener en cuenta los costes. Hacer muchas pequeñas compras puede incrementar las comisiones y los spreads aplicados por las plataformas. También hay implicaciones fiscales si realizas operaciones frecuentes, por lo que conviene mantener un registro detallado o asesorarte antes de automatizar tus compras.
En definitiva, el Dollar-Cost Averaging no garantiza beneficios, pero sí una manera más racional y sostenible de invertir. En un entorno tan cambiante como el de las criptomonedas, donde las emociones juegan un papel crucial, apostar por la constancia puede marcar la diferencia entre un inversor nervioso y uno exitoso.

