La compañía india AltMat lleva cinco años desarrollando su tecnología, que ya ha pasado del laboratorio a la producción industrial. Su fibra insignia, llamada Altag, está fabricada completamente a partir de residuos agrícolas como tallos de cultivos alimentarios, y promete igualar el rendimiento de las fibras tradicionales, pero con un impacto ambiental mucho menor. Esta innovación ha despertado el interés de grandes inversores globales, entre ellos H&M Group, la plataforma Fashion for Good y fondos indios como Rainmatter y Turbostart.
La inversión permitirá a AltMat ampliar su capacidad de producción, fortalecer su red de suministro con agricultores locales y acelerar su presencia internacional. Además, planea destinar parte del capital a investigación y desarrollo, con el fin de perfeccionar sus procesos y seguir creando alternativas viables a las fibras convencionales.
Para H&M, esta operación es una apuesta estratégica en su plan de transición hacia materiales totalmente sostenibles antes de 2030. El grupo sueco lleva años explorando soluciones circulares y busca consolidarse como líder en la transformación ecológica del sector textil. Fashion for Good, por su parte, continúa su labor de identificar y apoyar a startups que revolucionan la industria desde la sostenibilidad y la innovación.
El interés por materiales alternativos no solo responde a una cuestión ambiental, sino también económica. Cada vez más consumidores exigen productos responsables y las marcas que logren integrar esta demanda en su modelo de negocio tendrán una ventaja competitiva clara. Para los inversores, este tipo de movimientos anticipan oportunidades en empresas de biomateriales y fibras ecológicas, sectores con un crecimiento proyectado de dos dígitos en los próximos años.
En un contexto donde la industria textil genera cerca del 10 % de las emisiones mundiales de CO₂, según Naciones Unidas, iniciativas como la de AltMat marcan el camino hacia una moda más limpia. Con el respaldo de gigantes como H&M, el cambio hacia una producción textil sostenible ya no es solo una tendencia, sino una realidad en marcha.

