En el seno de la Fed se percibe un dilema: algunos miembros piden prudencia, advirtiendo que hay riesgos latentes, mientras otros presionan por una acción más decidida para estimular la economía. Esa tensión interna debilita la claridad del mensaje que llega al mercado y genera dudas sobre la velocidad y el momento de posibles recortes de tasas.
Al mismo tiempo, el cierre parcial del gobierno estadounidense ha detenido —o retrasado— la publicación de datos clave como el informe de empleo (non-farm payrolls) o las solicitudes de desempleo semanales. Al carecer de estas referencias oficiales, los operadores deben depender de informes privados o estimaciones externas, lo que aumenta la incertidumbre sobre el estado real del mercado laboral y la inflación.
Este apagón informativo mina una de las bases principales para que la Fed decida su próxima jugada. Para tomar decisiones informadas, necesita ver tendencias claras en empleo e inflación, pero ahora debe “navegar a oscuras” mientras sigue programada su reunión de política monetaria para el 28–29 de octubre.
En el plano cambiario, el EUR/USD ha logrado mantener cierto terreno frente al debilitamiento del dólar. La tensión política en Washington y la espera por señales de la Fed contribuyen a que el billete verde pierda algo de impulso. En sesiones recientes, el par ha cotizado cerca de 1,1735, impulsado por la percepción de que el dólar podría seguir presionado hasta que vuelvan los datos.
Desde la zona euro también hay factores que juegan su papel. Aunque no todos los indicadores son sólidos, algunos muestran resiliencia en el sector servicios, lo que suaviza el impacto de un posible ajuste monetario. El Banco Central Europeo ha mantenido una postura más mesurada frente al dólar y está atento para actuar sólo si hay señales definidas.
Técnicamente, el EUR/USD se debate entre el soporte en torno a 1,1700 y una resistencia que ronda los 1,1755–1,1780. Si logra quebrar esa zona superior con volumen convincente, podría abrirse paso hacia niveles más altos, pero una caída bajo 1,1700 podría desencadenar un retroceso hacia niveles como 1,1650. Mientras tanto, el mercado opera con cautela, midiendo cada discurso de la Fed, cada informe que aparezca y cualquier pista que revele qué camino tomarán los bancos centrales.
En definitiva, hoy el EUR/USD no avanza con certeza. Está atrapado en la indecisión: por un lado la Fed habla con múltiples voces; por otro, el cierre del gobierno priva al mercado de señales concretas. El horizonte dependerá de cuándo se reanuden los datos oficiales y de si los discursos de los miembros de la Fed logran dar una dirección clara. Mientras tanto, los traders deberán moverse con prudencia y esperar el momento adecuado para actuar.

