En Asia, el tono fue más prudente. El índice MSCI Asia-Pacífico retrocedió ligeramente, mientras el Nikkei japonés también cedió algo de terreno, afectado por la apreciación del yen y la recogida de beneficios. En Europa, las bolsas apenas se movían, con el Stoxx 600 manteniéndose estable, mientras los inversores esperan nuevos datos de inflación y las próximas decisiones de los bancos centrales.
En Estados Unidos, los futuros de Wall Street amanecieron planos tras un cierre previo con máximos en el S&P 500 y el Nasdaq, impulsados por las grandes tecnológicas y el auge de la inteligencia artificial. Sin embargo, la sensación general es que el mercado podría estar entrando en una fase de sobrecompra, alimentada por la falta de datos y las expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal.
Desde el lado macroeconómico, el FMI ha advertido de los riesgos de una corrección importante si el sentimiento de los inversores cambia, mientras que JPMorgan ha mostrado inquietud ante la posibilidad de una caída significativa de la renta variable estadounidense en los próximos meses. El Banco de Inglaterra, por su parte, ha reconocido que la economía británica muestra signos de fatiga, lo que abre la puerta a posibles recortes de tipos antes de final de año.
El oro, que esta semana superó los 2.600 dólares por onza, continúa en niveles elevados, impulsado por la búsqueda de seguridad. Los rendimientos de los bonos estadounidenses se mantienen cerca del 4,2 %, y el dólar conserva buena parte de las ganancias de la semana, mientras el yen cae a mínimos no vistos desde febrero.
En Asia, el gigante TSMC sorprendió con un crecimiento del 30 % en sus ingresos anuales gracias al impulso de la inteligencia artificial, aunque los mercados no lograron mantener el entusiasmo ante las señales de debilidad económica en China. Las exportaciones del gigante asiático volvieron a caer en septiembre y el sector inmobiliario sigue siendo un lastre para el crecimiento.
El ambiente general es de prudencia. Los inversores buscan claridad sobre los próximos pasos de la Reserva Federal y los datos de inflación que podrían definir el rumbo de las políticas monetarias. Todo apunta a que la volatilidad podría aumentar en las próximas semanas, sobre todo si los resultados empresariales no logran justificar las valoraciones actuales.
La sensación de que el mercado ha llegado demasiado lejos empieza a calar entre los operadores. En Academia Finantres creemos que es momento de actuar con cabeza fría, revisar posiciones y proteger carteras. Los ciclos siempre giran, y la clave está en anticiparse, no en reaccionar tarde.
