El oro vuelve a brillar: récord histórico de inversión en ETF de oro en Norteamérica

Los inversores buscan refugio ante la incertidumbre global y las expectativas de recortes de tipos impulsan un auge sin precedentes en los fondos respaldados por oro.

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Diego Alvarez

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En el primer semestre de 2025, los ETF de oro acumularon cerca de 400 toneladas de entradas netas, la cifra más alta en cinco años. Este fenómeno ha ido consolidándose a lo largo del año, con un impulso especialmente notable en agosto y septiembre, meses en los que las compras de fondos norteamericanos marcaron un nuevo récord en volumen y valor. Los inversores institucionales y particulares están apostando de nuevo por el oro como una forma de resguardar su capital frente a los movimientos erráticos del mercado y las perspectivas de desaceleración económica.

La debilidad del dólar ha sido uno de los motores principales de este flujo. Con una divisa estadounidense que ha perdido parte de su fortaleza frente a otras monedas, el oro se ha vuelto más atractivo como reserva de valor global. A ello se suma la expectativa de que la Reserva Federal comience a reducir los tipos de interés en los próximos meses, lo que disminuye el coste de oportunidad de mantener posiciones en oro y empuja a muchos fondos a diversificar su exposición hacia el metal.

Pero el impulso no viene solo de los factores monetarios. Las tensiones geopolíticas en distintas regiones, la preocupación por los niveles de deuda de las grandes economías y la incertidumbre electoral en Estados Unidos también están alimentando la demanda. En tiempos de duda, el oro suele comportarse como el activo refugio por excelencia, y esta vez no es la excepción. Los ETF, además, ofrecen la posibilidad de acceder al metal de forma líquida y sencilla, sin necesidad de almacenarlo físicamente, lo que explica parte de su popularidad creciente.

En los últimos meses, el precio del oro ha superado los 4.000 dólares por onza, un hito histórico que ha consolidado su papel como termómetro de la confianza inversora. En paralelo, los activos gestionados por los ETF respaldados en oro han alcanzado máximos no vistos en años, impulsados por la constante entrada de capitales desde Norteamérica y, en menor medida, desde Asia. En Europa, en cambio, algunos fondos han registrado ligeras salidas, posiblemente por la fortaleza temporal del euro y la recuperación de ciertos índices bursátiles.

Sin embargo, el auge del oro no está exento de riesgos. Si los mercados de renta variable recuperan impulso o si los bancos centrales deciden mantener las tasas de interés elevadas por más tiempo, parte de estos flujos podrían revertirse. Además, el precio del oro ya descuenta buena parte de las expectativas de recortes y del miedo económico, lo que limita el margen de nuevas subidas si no se materializan factores adicionales de incertidumbre.

Pese a ello, los analistas coinciden en que el oro seguirá siendo una pieza clave en las carteras diversificadas durante los próximos trimestres. Su comportamiento defensivo, su capacidad de cobertura frente a la inflación y su correlación negativa con los activos de riesgo hacen que siga siendo una apuesta lógica en un entorno volátil. Los ETF ofrecen una vía ágil y transparente para participar en este movimiento, consolidando su papel como vehículo de inversión preferido por quienes buscan seguridad sin renunciar a la flexibilidad.

En resumen, el flujo récord hacia los ETF de oro confirma que los inversores están priorizando la prudencia y la estabilidad por encima de la rentabilidad inmediata. En Norteamérica, el metal dorado ha vuelto a convertirse en el refugio por excelencia, y todo indica que seguirá brillando mientras la incertidumbre global siga marcando el pulso de los mercados.

Los 3 puntos clave de la noticia

  • Los ETF de oro registran fuertes entradas de capital, lideradas por inversores norteamericanos.

  • La debilidad del dólar, las tensiones geopolíticas y la expectativa de recortes de tipos alimentan el auge del metal.

  • El oro refuerza su papel como activo refugio ante la incertidumbre y la volatilidad de los mercados financieros.

El oro vuelve a situarse en el centro de atención de los mercados internacionales. Durante los últimos meses, los fondos cotizados (ETF) respaldados por el metal precioso han experimentado entradas récord de capital, especialmente en Norteamérica, donde los inversores buscan protegerse del entorno económico incierto y de la volatilidad de los activos tradicionales. Según el último informe de Commerzbank, el flujo hacia estos instrumentos ha alcanzado niveles no vistos desde 2020, reflejando un cambio claro hacia la prudencia y la cobertura de riesgos.

El oro vuelve a brillar