El repunte del oro ha sido contundente. En la sesión del lunes, el XAU/USD superó con fuerza los 4.300 dólares por onza, después de haber marcado un mínimo intradía en torno a los 4.219 dólares. Esta subida se produce en un contexto en el que los inversores anticipan casi con total seguridad un primer recorte de tipos por parte de la Reserva Federal en su próxima reunión, prevista para finales de octubre. El mercado descuenta incluso la posibilidad de un recorte de hasta 50 puntos básicos, reflejando la creciente preocupación por la desaceleración económica en Estados Unidos.
El debilitamiento del dólar ha sido otro de los motores de esta subida. Un billete verde más flojo hace que el oro resulte más barato para los inversores extranjeros, lo que incrementa la demanda y alimenta aún más el impulso alcista. A esto se suma la caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, que reduce el coste de oportunidad de mantener activos sin rendimiento, como el oro.
En el plano macroeconómico, la incertidumbre sigue dominando el panorama. El riesgo de un cierre parcial del gobierno estadounidense, la desaceleración del consumo interno y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han elevado el interés por los activos refugio. En este entorno, el oro vuelve a brillar, mientras que el dólar parece haber perdido parte de su atractivo.
Para los traders de forex, este cambio de tendencia abre oportunidades interesantes. Un dólar debilitado favorece a pares como el EUR/USD, GBP/USD o AUD/USD, que podrían seguir apreciándose si la Fed confirma su giro monetario. A su vez, el oro se consolida como una opción sólida para diversificar carteras o cubrir exposición frente a la volatilidad del dólar.
Las próximas semanas serán decisivas. La reunión de la Reserva Federal a finales de mes podría marcar un antes y un después en el rumbo del mercado. Si la Fed confirma los recortes, el oro podría extender su avance y consolidarse por encima de los 4.300 dólares. En cambio, un mensaje más prudente por parte de Jerome Powell podría provocar correcciones, aunque el sesgo general sigue siendo claramente alcista.

