El mercado del oro atraviesa una fase de euforia contenida. Tras semanas de tensión por el bloqueo político en EE. UU. y un dólar que no logra estabilizarse, los inversores han vuelto a refugiarse en el metal. Las apuestas de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés superan ya el 80 %, lo que ha disparado las compras en el mercado spot y en los contratos de futuros. El oro, que no ofrece rendimiento, se vuelve más atractivo cuando las tasas bajan, ya que reduce el coste de oportunidad frente a activos de renta fija.
En lo que va de año, el oro ha subido más de un 50 %, una cifra que no se veía desde hace casi una década. Parte del impulso proviene de las compras de bancos centrales, especialmente en Asia, y de un repunte en los flujos hacia fondos cotizados respaldados en oro (ETFs). Todo esto se suma a un contexto global donde la desconfianza hacia las divisas tradicionales y los mercados bursátiles ha empujado a muchos inversores a reforzar posiciones defensivas.
Analistas de grandes entidades financieras se dividen: mientras Goldman Sachs revisó su objetivo a 4.900 USD para diciembre de 2026, otros, como Deutsche Bank, adoptan una visión más prudente, situando su previsión en torno a los 4.000 USD. Lo cierto es que todos coinciden en un punto: el oro sigue siendo el gran beneficiado de la incertidumbre global.
Sin embargo, los expertos advierten que, tras un avance tan agresivo, podrían llegar correcciones técnicas. La toma de beneficios de los grandes fondos o una eventual sorpresa inflacionaria podrían frenar temporalmente el impulso. Pero más allá de posibles ajustes, el oro mantiene su papel como activo refugio por excelencia y su atractivo entre quienes buscan estabilidad en tiempos convulsos.
Para los traders y los inversores particulares, el momento actual representa una oportunidad, pero también un reto. La clave estará en seguir de cerca las decisiones de la Fed, los movimientos del dólar y la evolución de la inflación global. Si las tasas bajan y el miedo persiste, el oro podría continuar brillando con fuerza durante el próximo año.
