El cambio de tono del expresidente estadounidense fue suficiente para cambiar el ánimo de los inversores tras un viernes de fuertes caídas, provocado por sus amenazas de imponer aranceles del 100 % a las importaciones chinas. La corrección del discurso calmó los temores a una escalada comercial y permitió que el FTSE 100 cerrara con una ligera subida del 0,16 %, mientras el FTSE 250, más vinculado a la economía doméstica, avanzó un sólido 1,2 %. El rebote tuvo un protagonista claro: los mineros de metales preciosos.
El oro superó los 4.100 dólares por onza por primera vez en la historia y arrastró con fuerza a las compañías del sector. Fresnillo subió más de un 9 %, mientras Endeavour Mining se disparó más de un 11 %. Otras grandes firmas como Anglo American, Glencore o Rio Tinto también se vieron beneficiadas, con avances de entre el 2 y el 4 %. El interés por las materias primas se reaviva en un contexto de alta volatilidad y de búsqueda de activos refugio, una tendencia que suele consolidarse cuando el mercado percibe riesgo político o incertidumbre económica.
El optimismo no se limitó al sector minero. El mercado inmobiliario británico también vivió una jornada animada después de que Blackstone confirmara que estudia lanzar una opa sobre Big Yellow Group, una de las mayores empresas de trasteros del país. La noticia disparó sus acciones más de un 15 % y contagió el entusiasmo al resto del sector. Safestore repuntó un 9 % y Tritax Big Box, que anunció la venta de varios activos logísticos por más de mil millones de libras a la propia Blackstone, subió cerca de un 4 %. El sector inmobiliario británico en su conjunto registró un avance medio del 2,6 %, impulsado por la expectativa de unos tipos de interés más bajos en los próximos meses.
En este sentido, las declaraciones recientes de Megan Greene, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, reforzaron la sensación de que la política monetaria podría volverse más flexible antes de final de año. Aunque advirtió de que la moderación de la inflación podría estar perdiendo impulso, el mercado interpreta sus palabras como una señal de que los recortes de tipos podrían continuar desde el nivel actual del 4 %, lo que daría oxígeno tanto al consumo como a la inversión empresarial.
Para los inversores europeos y españoles, la jornada en Londres ofrece varias lecturas. Por un lado, el comportamiento del oro confirma su papel como refugio ante la incertidumbre, una tendencia que también beneficia a empresas europeas con exposición a los metales preciosos. Por otro, la posibilidad de que los tipos de interés sigan bajando en el Reino Unido y en otras economías desarrolladas podría favorecer al sector inmobiliario y a la renta variable en general, especialmente en compañías con alto endeudamiento o fuerte componente de inversión.
No obstante, conviene mantener la cautela. Aunque el gesto de Trump calmó los ánimos por el momento, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China siguen siendo una fuente de volatilidad para los mercados globales. Cualquier cambio de discurso o medida proteccionista podría volver a alterar el equilibrio actual.
En resumen, el oro se consolida como el gran ganador de la jornada, las mineras recuperan protagonismo y la Bolsa de Londres respira tras varios días de nerviosismo. La calma vuelve, al menos por ahora, gracias a un discurso más moderado y a un metal precioso que no deja de brillar.

