El mercado de divisas está dando un pequeño respiro al euro frente al franco suizo, después de que los temores políticos en Francia se calmaran ligeramente. La percepción de que la crisis de gobernabilidad francesa se está estabilizando ha devuelto algo de confianza a los inversores, que vuelven a mirar hacia el euro con menos desconfianza. Este cambio de ánimo ha permitido al EUR/CHF rebotar desde niveles de soporte que había estado probando en las últimas jornadas.
En paralelo, los datos procedentes de Suiza pintan un panorama más débil de lo habitual. El país, tradicionalmente uno de los refugios más sólidos del mercado, está mostrando síntomas de un crecimiento más lento, con revisiones a la baja en sus previsiones económicas y con una inflación demasiado baja como para generar presión al alza sobre su moneda. Este escenario reduce la fortaleza estructural del franco y le resta atractivo en un momento en que los inversores buscan equilibrio más que refugio.
La política monetaria, sin embargo, sigue siendo un factor determinante. El Banco Central Europeo (BCE) mantiene un tono prudente, intentando equilibrar su lucha contra la inflación con el riesgo de frenar el crecimiento de la eurozona. Mientras tanto, el Banco Nacional Suizo (SNB) se enfrenta al dilema de contener la apreciación de su moneda sin provocar un repunte de la inflación interna. Esa falta de sincronía entre ambos bancos centrales genera una especie de tira y afloja que impide que el movimiento del EUR/CHF tome una dirección clara y sostenida.
Desde el punto de vista técnico, el par ha rebotado con cierta fuerza, aunque todavía enfrenta resistencias importantes en torno a los 0,9430 francos. Si consigue consolidarse por encima de esa zona, podría apuntar hacia niveles más altos, pero una corrección no está descartada si el mercado vuelve a buscar refugio. La clave estará en cómo evolucione el panorama político francés y en si los datos económicos suizos siguen debilitándose o muestran señales de estabilización.
A medio plazo, el sentimiento hacia el euro podría mejorar si los riesgos políticos se reducen y la economía europea demuestra resiliencia. Pero, como suele ocurrir en el mercado de divisas, cualquier evento inesperado —ya sea una sorpresa macroeconómica, una intervención del SNB o un nuevo episodio de tensión geopolítica— puede cambiar el equilibrio en cuestión de horas.
En definitiva, el rebote del EUR/CHF representa una pausa en una tendencia más amplia de cautela. La moneda europea gana algo de aire gracias al alivio político, pero el mercado aún no ve motivos suficientes para apostar por una recuperación sostenida. La prudencia sigue siendo la mejor estrategia para los traders que operan este par en un entorno donde la política y los bancos centrales dictan las reglas del juego.

