El euro arrancó la jornada con fuerza, impulsado por un dólar debilitado en los últimos días y un cierto optimismo en torno a la economía europea. Sin embargo, el ambiente cambió por completo cuando Trump moderó su discurso sobre China. En lugar de insistir en medidas punitivas, el presidente norteamericano reconoció que imponer aranceles del 100 % no sería sostenible y abrió la puerta a una nueva ronda de negociaciones con Xi Jinping.
Ese mensaje fue suficiente para que los mercados interpretaran un alivio temporal en las tensiones comerciales. Como respuesta inmediata, el dólar se fortaleció y los inversores comenzaron a ajustar posiciones, provocando que el EUR/USD cediera desde su máximo reciente y se situara por debajo del nivel de 1,17.
El movimiento también está influido por las expectativas en torno a la Reserva Federal. La mayoría de analistas anticipa dos recortes de 25 puntos básicos antes de que finalice el año, ante una economía estadounidense que muestra signos de moderación. Desde el propio banco central, varios miembros han señalado que la política monetaria seguirá siendo flexible si los datos lo justifican.
En Europa, la situación es diferente. El Banco Central Europeo mantiene un tono prudente, observando de cerca la evolución de la inflación, que se mantiene estable pero sin grandes sorpresas. El BCE no ve urgente intervenir de nuevo, lo que deja al euro en una posición vulnerable frente a un dólar que, pese a las expectativas de recortes, sigue siendo refugio en momentos de incertidumbre.
A todo esto se suma la tensión política interna en varios países europeos y el riesgo de que una nueva ronda de medidas comerciales o un dato económico inesperado alteren de nuevo el panorama. En el mercado de divisas, cada palabra cuenta, y un simple matiz en el discurso de la Fed o de Trump puede cambiar por completo el sentimiento del inversor.
Para los traders, el escenario actual exige prudencia. El EUR/USD podría seguir corrigiendo si el dólar mantiene su tracción y no aparecen sorpresas en los datos de inflación o empleo de Estados Unidos. Operar con confirmaciones claras y gestionar bien los riesgos será esencial en las próximas sesiones.
En definitiva, el retroceso del euro frente al dólar refleja un reajuste lógico tras un cambio de narrativa política y económica. El mercado vuelve a mirar con atención a Washington y a Fráncfort, sabiendo que las próximas decisiones de política monetaria marcarán el rumbo de las divisas en las próximas semanas.

