La zona entre 1,1265 y 1,1275 ha sido durante meses una barrera psicológica importante. Su ruptura ha despertado el interés de los vendedores, pero también ha sembrado dudas: si el precio vuelve hacia arriba y recupera ese rango, todo este movimiento podría quedar en nada. En cambio, si el intento de rebote fracasa y el par vuelve a girarse a la baja, la confirmación bajista sería contundente.
Desde el punto de vista técnico, el mercado se encuentra en un punto de equilibrio inestable. El euro se ha movido durante gran parte de septiembre en un rango lateral, y esta perforación puede ser la señal que defina el rumbo de las próximas semanas. Los ojos de los analistas están puestos en los 1,1200, e incluso algunos apuntan a 1,1150, como posibles objetivos si la presión vendedora se mantiene.
Sin embargo, el gráfico no cuenta toda la historia. Los fundamentos económicos juegan un papel decisivo. Si el Banco Central Europeo adopta un tono más flexible ante el enfriamiento económico, mientras que la Reserva Federal se mantiene firme en su discurso restrictivo, el diferencial de tipos seguirá favoreciendo al dólar. En ese escenario, la caída del euro encontraría razones sólidas para prolongarse.
Por otro lado, si los datos de inflación en Estados Unidos muestran un alivio o el mercado empieza a descontar recortes de tipos por parte de la Fed, el dólar podría perder parte de su fuerza, y el EUR/USD encontraría apoyo para rebotar. En este punto, la atención se centrará también en los próximos datos de empleo y en la evolución del IPC tanto en Europa como en Estados Unidos.
La clave está, como siempre, en la reacción del precio. Si el par consigue recuperar terreno y cerrar por encima de la zona perdida, la supuesta ruptura no sería más que un espejismo. Pero si la presión bajista continúa y los compradores no logran defender el nivel, podríamos estar ante el inicio de una fase descendente más prolongada que lleve al euro a mínimos del año.
En resumen, el EUR/USD se encuentra en un momento decisivo. El mercado todavía no ha mostrado su carta definitiva, pero la batalla entre compradores y vendedores ya está en marcha. Los próximos días serán cruciales para determinar si este movimiento es una simple trampa técnica o el punto de partida de una nueva tendencia bajista.

