El dólar estadounidense ha mostrado movimientos erráticos al inicio de la semana, alternando avances y retrocesos, mientras los inversores miden el impacto de un posible cierre del gobierno en Washington. La incertidumbre sobre la política fiscal y las futuras decisiones de la Reserva Federal ha llevado a los operadores a refugiarse en el billete verde, consolidando su fortaleza frente a las principales divisas.
El dólar canadiense es uno de los protagonistas de la jornada. Los mercados esperan los datos de inflación de septiembre, que serán determinantes para anticipar los próximos pasos del Banco de Canadá. Si la inflación supera las previsiones, podría reactivarse la expectativa de mantener los tipos elevados por más tiempo; en cambio, una cifra débil reforzaría las apuestas de recortes en 2026, debilitando aún más al loonie.
En Europa, el euro se mantiene estable alrededor de 1,09 dólares, sin grandes catalizadores en el corto plazo. Los discursos de Christine Lagarde y Joachim Nagel serán observados de cerca por los inversores en busca de pistas sobre la estrategia del Banco Central Europeo. Mientras tanto, la libra esterlina se mantiene sin rumbo claro en torno a 1,28 dólares, a la espera de los datos fiscales del Reino Unido.
El yen japonés continúa bajo presión cerca de los 151 por dólar, con el Banco de Japón en el punto de mira ante la posibilidad de intervenir para frenar la depreciación. En cambio, el dólar australiano muestra cierta fortaleza gracias a los buenos datos económicos en China, principal socio comercial de Australia.
En el mercado de materias primas, el oro vuelve a brillar tras el temor a un cierre del gobierno estadounidense, superando los 2.440 dólares por onza, mientras el petróleo WTI se mantiene alrededor de los 81 dólares por barril, afectado por las dudas sobre la demanda global.
El sentimiento general del mercado es de prudencia. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China resurgen con fuerza, tras nuevas declaraciones desde Washington que apuntan a mantener los aranceles sobre productos tecnológicos chinos. Estas fricciones han elevado la aversión al riesgo y mantienen a los inversores atentos a cualquier signo de desaceleración global.
A medida que avanza octubre, los analistas coinciden en que el mercado de divisas se encuentra en un punto de equilibrio frágil. La próxima publicación de datos macroeconómicos y las decisiones políticas podrían romper esa calma aparente y generar movimientos bruscos.

