Cuando Trump empezó a modular su retórica respecto a China, los inversores interpretaron ese cambio como una señal de menor tensión comercial de fondo. Eso le quitó algo de presión al dólar y abrió espacio para que los capitales vuelvan a posicionarse en activos estadounidenses, incluyendo el billete verde frente a monedas como el yen.
En Japón, el panorama monetario sigue siendo más cauteloso. El Banco de Japón ha mostrado que no va a apresurarse a ajustar las tasas sin más evidencias económicas. Esa prudencia le resta fuerza al yen frente al dólar, sobre todo mientras las expectativas de política monetaria en EE. UU. siguen siendo más agresivas.
Las tasas de interés juegan un rol central. Si bien los mercados descuentan posibles recortes en EE. UU. a medio plazo, por ahora los rendimientos de los bonos estadounidenses se mantienen atractivos frente a los de Japón. Esa diferencia incentiva flujos hacia el dólar y alimenta la apreciación frente al yen.
Pero no todo es unilateral. Si los datos en EE. UU. decepcionan —por ejemplo, el empleo, el consumo o la inflación— el dólar puede perder fuerza rápido. Del otro lado, si el BOJ sorprende con una señal más agresiva de lo esperado o Japón enfrenta shocks económicos, el yen podría recuperar terreno. Además, en Japón la inestabilidad política añade un ingrediente extra de incertidumbre que los mercados ya están descontando.
Desde el punto de vista técnico, USD/JPY está rondando zonas sensibles. Si el dólar logra romper resistencias con convicción, tiene espacio para continuar su avance. Pero si los compradores pierden el impulso, podríamos ver retrocesos hacia soportes importantes, donde muchos operadores estarán atentos para entrar en posiciones.
En proyección media, algunos analistas ven vulnerabilidad para el dólar frente al yen si los recortes de la Fed se aceleran y el BOJ empieza a endurecer su política de manera más contundente. Pero ese escenario aún está lejos de concretarse. Por ahora, el foco está en cada dato macro, cada matiz en los discursos de los banqueros centrales y cada giro en la narrativa comercial.
En resumen, USD/JPY se descubre como un par en disputa: el impulso lo da por ahora el dólar, apoyado por expectativas favorables, pero el yen acecha con su propia trampa si las condiciones cambian. Quien opere este cruce debe moverse con cautela, observar los indicadores clave y estar preparado para reaccionar rápido.

