El billete verde sigue bajo presión tras un intento fallido de recuperación. El cierre del Gobierno de Estados Unidos, que ya se extiende durante seis días, ha incrementado la incertidumbre política y económica, mientras los inversores buscan refugio en activos alternativos. Este escenario ha impulsado el apetito por divisas ligadas a materias primas, como el dólar australiano, que suele beneficiarse cuando los mercados globales adoptan un tono más optimista.
Los últimos datos macroeconómicos de Australia han añadido cierto soporte a la moneda local. El indicador de inflación elaborado por TD Securities y la Universidad de Melbourne mostró un aumento del 0,4 % mensual en septiembre, tras una caída del 0,3 % en agosto. En términos interanuales, la inflación repuntó hasta el 3 %, un dato que mantiene la presión sobre el Banco de la Reserva de Australia, aunque aún deja espacio para que mantenga una política prudente sin grandes movimientos.
En cambio, en Estados Unidos, los mercados financieros dan prácticamente por hecho un recorte de tipos en la reunión de octubre de la Fed, con probabilidades que también apuntan a una nueva bajada en diciembre. El cambio de tono del banco central, más enfocado en apoyar el crecimiento que en controlar la inflación, ha reforzado la percepción de que el ciclo restrictivo ha terminado.
De cara a los próximos días, los inversores estarán pendientes de la publicación del índice de confianza del consumidor Westpac en Australia y de las actas de la última reunión de la Reserva Federal, que podrían ofrecer nuevas pistas sobre la dirección de la política monetaria. Cualquier señal de que la Fed está dispuesta a actuar con rapidez podría mantener la presión bajista sobre el dólar estadounidense y dar más oxígeno al dólar australiano.
En conjunto, el AUD/USD parece bien posicionado para extender su avance si se mantiene la debilidad del dólar. Sin embargo, la sostenibilidad de este repunte dependerá de si la economía australiana logra sostener el crecimiento en un contexto global de menor demanda y de cómo evolucione la crisis política en Washington.

