Durante la segunda quincena de julio de 2025, Chris Larsen transfirió alrededor de 50 millones de XRP a diferentes direcciones, muchas de ellas vinculadas a exchanges, justo después de que el token alcanzara un máximo cercano a los 3,65 dólares. El movimiento fue interpretado por los analistas como una toma de beneficios en el punto más alto del ciclo, una estrategia habitual entre los grandes inversores.
Poco después de las transferencias, el precio de XRP retrocedió hasta situarse por debajo de los 3,10 dólares, una caída que muchos atribuyen a la presión vendedora generada por las operaciones del cofundador. Este patrón no es nuevo: Larsen ya ha realizado ventas importantes en momentos de euforia del mercado, lo que ha despertado debate sobre hasta qué punto sus decisiones personales influyen en el sentimiento general hacia el proyecto Ripple.
La preocupación de los inversores
Las ventas de grandes tenedores, conocidos como “ballenas”, siempre generan nerviosismo. En un mercado tan sensible a los movimientos de oferta y demanda, el simple hecho de que un fundador mueva millones de tokens hacia exchanges puede disparar la incertidumbre. No se trata solo del volumen de la venta, sino del mensaje que envía al mercado: si alguien que ha estado en el núcleo del proyecto decide vender, ¿sabe algo que los demás no?
Aun así, hay quienes defienden que Larsen tiene derecho a diversificar su patrimonio y que estas operaciones no deberían considerarse una señal negativa para el futuro de XRP. De hecho, Ripple continúa desarrollando soluciones financieras y expandiendo su red de pagos internacionales, factores que podrían seguir apoyando la demanda del token en el medio plazo.
Niveles técnicos y posibles escenarios
Desde un punto de vista técnico, XRP se enfrenta a una fase decisiva. La zona de los 2,60 dólares, donde se encuentra la media móvil de 200 días, actúa como soporte clave. Si el precio logra mantenerse por encima, podría estabilizarse y preparar un nuevo impulso. En cambio, una ruptura clara por debajo de ese nivel podría arrastrarlo a una fase de corrección más profunda.
Por el lado alcista, las resistencias más relevantes se sitúan en torno a los 2,80 y 2,95 dólares. Superar esas zonas con volumen consolidaría un escenario de recuperación y reforzaría la confianza del mercado. En cualquier caso, la clave estará en la reacción de los inversores institucionales y en la capacidad del mercado para absorber la presión vendedora generada por las ventas de grandes tenedores.
¿Un simple ajuste o un aviso para XRP?
Las ventas de Chris Larsen no significan necesariamente un golpe fatal para XRP, pero sí introducen un elemento de cautela en un momento en que el mercado parecía confiar en una recuperación sostenida. Estas operaciones sirven como recordatorio de que los movimientos de los fundadores y grandes poseedores pueden tener un impacto real, tanto en el precio como en la percepción del proyecto.
Para los inversores, lo importante ahora es observar el comportamiento del precio en torno a los niveles de soporte y resistencia, y no dejarse llevar por el pánico. XRP sigue teniendo una base tecnológica sólida y un papel relevante dentro del ecosistema de pagos digitales, aunque la influencia de sus fundadores continúa siendo un factor a vigilar.
Conclusión
La venta masiva de XRP por parte de Chris Larsen ha reavivado el debate sobre el equilibrio entre liquidez, confianza y estrategia dentro del mercado de las criptomonedas. Aunque el impacto inmediato ha sido una caída en el precio, el futuro de XRP dependerá más de su adopción real y de la fortaleza de su comunidad que de los movimientos individuales de sus fundadores. Los próximos meses serán clave para comprobar si el token logra recuperar la estabilidad y demostrar que puede resistir incluso cuando sus creadores deciden tomar beneficios.

