El Estado de California ha aprobado iniciativas legislativas que marcan un paso significativo en el ámbito regulatorio de los criptoactivos. Por un lado, se ha aprobado el proyecto de ley conocido como AB 1180, cuyo objetivo es que las agencias estatales puedan aceptar criptomonedas como forma de pago para ciertas obligaciones, dentro del marco más amplio de la ley de activos financieros digitales (DFAL). Esta norma propone que la Department of Financial Protection & Innovation (DFPI) desarrolle las reglas para que determinados pagos del Estado se puedan hacer con criptoactivos.
Por otro lado, otro proyecto de ley, AB 1052, plantea que los criptoactivos inactivos —o cuentas que no han sido movidas durante tres años— puedan considerarse propiedad “no reclamada” por el Estado, lo que abre un antes y un después en lo que significa tener cripto sin usarlo.
Además, la regulación define expresamente que los “digital financial assets” no son dinero en efectivo (“legal tender”) en el sentido tradicional, sino representaciones digitales de valor que requieren un marco regulatorio diferente.
¿Por qué es relevante para el inversor o trader?
Este cambio en la normativa tiene tres impactos directos que no puedes ignorar.
Primero, en materia de gestión de riesgos y respaldo legal: Si los criptoactivos ya no se equiparan al efectivo, la forma de custodiarlos, declararlos, tratarlos fiscalmente y gestionarlos cambia. Eso afecta a la operativa de trading y a la responsabilidad del inversor.
Segundo, para la operativa en plataformas y exchanges: Las plataformas que ofrezcan servicios de cripto en California tendrán que adaptarse a nuevas licencias, nuevos requisitos de transparencia, límites de actividad o supervisión adicional. Por ejemplo, se ha determinado ya que los cajeros cripto (“kiosks”) están sujetos a límite de transacción diario.
Tercero, en el plano de oportunidades regulatorias anticipadas: Cuando una jurisdicción tan relevante como California da ese paso, puede servir de referencia para otros estados o países. Como inversor en España o Europa quizá debas estar atento porque los marcos regulativos pueden alinearse o adaptarse de forma similar.
¿Qué cambia respecto al “efectivo” tradicional?
Para entender por qué esta distinción es importante, conviene repasar cómo los criptoactivos se diferencian del efectivo. El efectivo representa unidad monetaria estable emitida por un banco central, está ampliamente aceptado, suele estar respaldado o regulado, y su valor es relativamente estable. En cambio, las criptomonedas pueden tener alta volatilidad, no están respaldadas por un emisor estatal centralizado, y muchas plataformas no cuentan con garantías equivalentes a los depósitos bancarios.
En California han ido un paso más allá: han impuesto controles en los cajeros de criptomonedas, como un límite diario aproximado de 1 000 USD por cliente, para evitar fraudes o lavado de dinero. También han aclarado que plataformas que operen con criptoactivos tienen que obtener licencia para ejecutar actividad de intercambio, custodia o transferencia.
Ese nuevo marco genera que operar cripto ya no sea algo “libre” sin supervisión, sino que el inversor debe tener en cuenta dónde guarda sus activos, con quién opera y qué normativa aplica.
¿Qué implicaciones tiene para España y Europa?
Aunque esta normativa se centre en un estado de EE.UU., no es algo aislado ni sin impacto. Las plataformas globales que operan en España podrían adaptarse a procedimientos globales en línea con lo que marca California. Desde el lado del inversor en España conviene revisar dónde custodias tus criptoactivos, qué plataforma usas, y cómo te afectan las posibles obligaciones fiscales y regulatorias.
En Europa, con regulaciones como Markets in Crypto‑Assets (MiCA) en desarrollo o implantación, la distinción clara que hace California entre dinero y criptoactivos cobra cada vez más peso. En la práctica, para quien invierte o hace trading, podríamos ver: mayor transparencia en tarifas, en custodia, mayor exigencia para los intermediarios, y posiblemente nuevas responsabilidades de declaración.
Por ejemplo, algo que muchos traders olvidan es que no es solo “¿cuánto subió o bajó?” sino “¿qué patrimonio tengo, cómo lo guardo, y qué exigencias hay sobre ese activo?”, y esta normativa lo empuja al primer plano.
Conclusión
Con esta decisión, California manda un mensaje claro: las criptomonedas no son simplemente “dinero” como el efectivo que podemos tener en la cartera. Esa línea trazada cambia el juego para las regulaciones, para la operativa de los inversores y para la forma en la que las plataformas deben actuar.

