Caída fuerte de Texas Instruments: ¿señal de que el sector de chips analógicos aún no despega?

La compañía estadounidense decepciona al mercado con un pronóstico flojo y pone en duda la recuperación del sector de semiconductores.

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Javier Borja

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Texas Instruments, uno de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo, ha confirmado lo que muchos temían: el ciclo de recuperación del chip analógico avanza con más lentitud de la esperada. En su último informe de resultados, la compañía reconoció que la demanda de sus principales clientes —especialmente del sector industrial y automovilístico— sigue siendo floja. A pesar de algunos signos de mejora en otras áreas del mercado tecnológico, las cifras de TI reflejan que los chips analógicos aún no han encontrado un impulso sólido.

El rango de ingresos previsto para el cuarto trimestre, entre 4.220 y 4.580 millones de dólares, ha quedado claramente por debajo de las proyecciones de los analistas, que esperaban cerca de 4.500 millones. Lo mismo ocurre con el beneficio por acción, situado entre 1,13 y 1,39 dólares, frente a los 1,45 que anticipaba el consenso. Esta debilidad llevó a los inversores a reaccionar con fuerza, provocando una caída inmediata del valor superior al 8 % en el mercado preapertura del 22 de octubre.

Detrás de este descenso se esconden varios factores estructurales. Por un lado, la ralentización de la inversión industrial y la menor producción automovilística en Estados Unidos y Europa están afectando directamente a la demanda de chips analógicos. Por otro, la incertidumbre en torno a nuevas tarifas sobre productos tecnológicos importados ha generado un entorno de cautela tanto entre los fabricantes como entre los clientes finales. Todo esto está retrasando una recuperación que, según muchos analistas, no se consolidará hasta bien entrado 2026.

Texas Instruments también enfrenta un reto añadido: su agresivo plan de expansión en suelo estadounidense. La empresa ha destinado más de 60.000 millones de dólares a la construcción de nuevas fábricas en Texas y Utah, un movimiento estratégico para reforzar la producción local pero que a corto plazo presionará los márgenes de beneficio. Aunque esta apuesta podría situarla en una posición privilegiada a medio plazo, el mercado está valorando con escepticismo el impacto inmediato sobre la rentabilidad.

Mientras tanto, la competencia tampoco se queda atrás. Empresas como Analog Devices o Micron Technology están capeando el temporal con mayor equilibrio, y aunque también han mostrado señales de debilidad, su exposición al segmento de inteligencia artificial y centros de datos les da un margen de crecimiento adicional. TI, en cambio, sigue muy dependiente del mercado tradicional del chip analógico, un área más sensible a los ciclos económicos.

Para los inversores, el mensaje es claro: prudencia. El sector de semiconductores sigue dividido en dos velocidades. Por un lado, el de la inteligencia artificial y los chips de última generación, que mantiene un ritmo alto de crecimiento. Por otro, el de los chips analógicos y de automoción, donde la recuperación avanza a paso lento. TI, como líder histórico en este último segmento, actúa como termómetro del ciclo industrial y su advertencia no debe pasarse por alto.

A corto plazo, la corrección en la acción podría abrir una oportunidad para quienes confíen en la fortaleza a largo plazo del negocio. Sin embargo, quienes busquen inmediatez deberán esperar señales más claras de recuperación en la demanda antes de entrar. El mercado ha hablado, y por ahora, el mensaje es de paciencia.

En definitiva, la debilidad de Texas Instruments no es un simple tropiezo puntual, sino un recordatorio de que el mercado de chips tradicionales sigue bajo presión. Hasta que el sector industrial y automovilístico no muestre una recuperación firme, es probable que la travesía del chip analógico siga siendo larga y llena de baches.

Los 3 puntos clave de la noticia

  • Texas Instruments prevé ingresos de entre 4.220 y 4.580 millones de dólares y un beneficio por acción de 1,13 a 1,39 dólares, cifras por debajo de las estimaciones del mercado.

  • Las acciones se desplomaron más de un 8 % en la preapertura tras publicarse la guía del cuarto trimestre.

  • Las débiles ventas en los sectores industrial y automovilístico y la incertidumbre comercial están frenando la recuperación del sector.

Si sigues la bolsa o inviertes en tecnología, esta noticia te interesa. Texas Instruments (TI) ha lanzado unas previsiones que han hecho saltar las alarmas en Wall Street. Sus resultados del tercer trimestre y sus expectativas para el cierre del año han quedado por debajo de lo esperado, lo que ha provocado una fuerte caída en sus acciones y un mensaje claro para los inversores: la recuperación del mercado de chips analógicos todavía está lejos de consolidarse.

Caída fuerte de Texas Instruments