Costco cerró su último trimestre fiscal con un crecimiento del 8 % en ventas netas y un beneficio por acción de 5,87 USD, superando por poco las expectativas. Sin embargo, la reacción del mercado fue fría: la acción apenas se movió, una señal de que los inversores ya habían descontado las buenas noticias. Su múltiplo de valoración ronda entre 50 y 55 veces las ganancias esperadas, un nivel alto incluso para una empresa de crecimiento constante.
El problema, según varios analistas, es que la empresa se enfrenta a un contexto más complicado. Los costes logísticos y las tarifas comerciales presionan los márgenes, mientras que la compañía ha debido acumular inventario extra para anticiparse a posibles aranceles. Ese movimiento, aunque prudente, también ha encarecido su operación. En paralelo, las fluctuaciones de divisas han reducido ligeramente los beneficios provenientes del exterior, otro factor que limita su expansión.
Desde el punto de vista técnico, la acción no logra romper resistencias importantes. Tras un intento de rally a mediados de año, perdió fuerza y se ha quedado rezagada frente al índice S&P 500, que acumula una subida mucho mayor en 2025. Esa pérdida de impulso preocupa a los analistas más orientados al corto plazo, que ya ven posibles niveles de soporte entre los 880 y los 950 USD si la corrección se materializa.
Aun así, Costco sigue siendo una empresa excepcional. Su modelo de membresías garantiza ingresos recurrentes y márgenes estables, mientras que su balance sólido y su marca propia, Kirkland, actúan como escudo frente a la inflación. Además, continúa ampliando su red de almacenes y reforzando su presencia internacional, factores que apuntalan su crecimiento a largo plazo.
La gran cuestión es si el precio actual de la acción ya refleja todo ese potencial. Si el mercado revisa sus expectativas o si los márgenes vuelven a deteriorarse, el ajuste podría ser rápido. En ese escenario, algunos inversores ya están posicionándose con estrategias bajistas moderadas, buscando aprovechar posibles descensos sin asumir riesgos excesivos.
Costco no está en crisis, pero el encanto que la protegía parece empezar a resquebrajarse. La acción sigue siendo sinónimo de calidad, pero hoy el mercado le exige más de lo que quizá pueda dar a corto plazo. Quien decida mantener o entrar en el valor deberá hacerlo con la mirada puesta no solo en sus fortalezas, sino en los nubarrones que se forman sobre su cotización.

