Bitcoin vuelve a enfrentarse a un momento decisivo. Tras un inicio de octubre prometedor, las salidas netas en los ETF estadounidenses han dejado claro que el apetito institucional se enfría. Entre el 13 y el 17 de octubre, los fondos que replican el precio del bitcoin perdieron más de 1.200 millones de dólares, según datos de Farside, justo después del anuncio de nuevos aranceles por parte del presidente estadounidense. Esa retirada de capital ha hecho que el soporte clave entre los 107.000 y 108.000 $ sea cada vez más difícil de sostener.
El equipo de análisis de Bitfinex alerta de que esta falta de acumulación por parte de los grandes inversores puede derivar en una “fragilidad del lado de la demanda”. En otras palabras, si no vuelven pronto las entradas de dinero institucional, Bitcoin podría pasar de su actual corrección a una fase de consolidación más larga y menos atractiva para el corto plazo.
En el momento de redactar esta noticia, Bitcoin cotiza en torno a los 108.800 $, después de haber intentado sin éxito mantenerse por encima de los 113.000 $ a comienzos de semana. Esta inestabilidad refleja la pérdida de fuerza compradora que durante meses sostuvo el rally, en gran parte gracias al empuje de los ETF.
El mercado, sin embargo, no pierde del todo el optimismo. Figuras como Arthur Hayes o Tom Lee siguen proyectando un Bitcoin por encima de los 200.000 $ antes de fin de año, aunque otros como Mike Novogratz ya matizan esas previsiones, señalando que haría falta “una tormenta perfecta” para alcanzar esas cifras. En el peor de los casos, dice, el precio debería mantenerse sobre los 100.000 $.
Si los ETF no recuperan el flujo positivo y el soporte de los 107.000 $ se rompe con fuerza, podríamos ver un cambio estructural en el comportamiento del mercado. No obstante, una reactivación de entradas podría devolver la confianza a los inversores y abrir la puerta a un nuevo impulso alcista antes de finalizar el año.

