Bitcoin ha logrado mantenerse firme en un rango entre los 120 000 y 126 000 USD, mostrando una sorprendente capacidad de consolidación tras un rally que ya acumula más del 40 % desde los mínimos del verano. Según el analista James Check, conocido en el entorno cripto por su enfoque técnico, el activo ha validado una nueva base de apoyo que se consolida cada día con mayor fuerza. En su opinión, no hay motivos reales para esperar un retroceso profundo, y todo apunta a que la zona de los 110 000 USD se ha convertido en el punto de referencia del nuevo ciclo.
Esta perspectiva cambia radicalmente la narrativa del mercado. Hasta hace poco, muchos inversores esperaban una corrección significativa antes de ver nuevos máximos. Sin embargo, el comportamiento reciente del precio ha demostrado lo contrario: cada retroceso se compra con rapidez, y los volúmenes en los mercados spot y de ETF confirman una demanda sólida. Los fondos cotizados en bolsa centrados en Bitcoin han atraído más de 5 950 millones de dólares en flujos netos, una cifra récord que refleja el renovado apetito institucional por la criptomoneda.
Si la tendencia se mantiene, el siguiente paso natural sería buscar la zona de los 150 000 USD como objetivo técnico. A partir de ahí, algunos analistas ya empiezan a mirar más lejos: bancos como Standard Chartered y firmas de inversión como VanEck o Fundstrat consideran factible que el precio alcance entre 180 000 y 250 000 USD antes de que el ciclo actual pierda impulso. Estas proyecciones se sustentan en tres factores principales: la escasez de oferta tras el último halving, el crecimiento de la demanda institucional y una política monetaria más laxa que favorece la entrada de liquidez en los mercados de riesgo.
Pero, como siempre, el mercado de las criptomonedas no está exento de riesgos. Una pérdida de volumen o un retroceso por debajo de los 110 000 USD podría debilitar temporalmente el impulso alcista. También pesan las incertidumbres regulatorias y la posible toma de beneficios en los niveles actuales. Aun así, el sentimiento general es de confianza: los inversores ven cada corrección como una oportunidad para posicionarse antes de la próxima gran expansión.
El escenario base para muchos analistas sitúa a Bitcoin moviéndose de manera estable entre los 120 000 y 150 000 USD durante las próximas semanas, con picos potenciales hacia los 180 000 USD si el contexto macro acompaña. Un escenario optimista, impulsado por una mayor entrada de capital institucional, podría incluso llevar el precio hacia los 200 000 USD o más durante el transcurso de 2025. En cambio, una fase de consolidación prolongada no se descarta, lo que serviría para acumular fuerza antes de una nueva oleada alcista.
La clave estará en la combinación de tres elementos: mantener el soporte en 110 000 USD, romper con convicción los 120 000 USD y acompañar ese movimiento con un repunte del volumen. Si esos factores coinciden, todo apunta a que Bitcoin podría entrar en una de las fases más explosivas de su historia reciente.
En definitiva, Bitcoin parece haber encontrado su nuevo suelo y, con él, una renovada confianza por parte de los inversores. La posibilidad de ver precios en el rango de los 150 000 a 200 000 USD ya no suena descabellada, sino cada vez más realista. La gran pregunta es cuándo llegará ese movimiento… y quién estará preparado para aprovecharlo.

