Bitcoin ha tenido unas semanas de vértigo. El precio rompió con fuerza los 124.000 dólares y, según el equipo de análisis del banco británico, ese movimiento podría ser solo el principio. En su último informe, el jefe de investigación de activos digitales de la entidad, Geoffrey Kendrick, sostiene que el comportamiento del mercado ha cambiado drásticamente respecto a ciclos anteriores. Si en otros halving se veía una pausa o corrección a los pocos meses, esta vez la entrada de dinero institucional y el interés creciente por los ETFs de Bitcoin estarían impulsando una dinámica totalmente distinta.
Kendrick apunta que buena parte del capital que antes se destinaba a ETFs de oro está fluyendo hacia los nuevos fondos de Bitcoin. Esto explicaría por qué el precio se mantiene fuerte pese a la elevada volatilidad de las últimas semanas. Solo en el segundo trimestre de 2025, los ETFs de Bitcoin atrajeron más de 12.400 millones de dólares en entradas netas, equivalentes a unos 120.000 BTC. A esto se suman las compras directas de empresas e inversores institucionales, que acumularon alrededor de 125.000 BTC adicionales en el mismo periodo. En total, unos 245.000 bitcoins pasaron a manos de actores institucionales, una cifra que, según el banco, podría aumentar aún más durante la segunda mitad del año.
La estimación más optimista de Standard Chartered sitúa el precio en 200.000 dólares antes de que acabe 2025, apoyado en la idea de que el capital institucional todavía tiene mucho margen para crecer. El banco considera que el mercado de ETFs solo ha empezado a rascar la superficie de la demanda potencial y que, si se mantiene el actual ritmo de entradas, el efecto sobre la cotización podría ser explosivo.
Sin embargo, el informe también advierte de algunos riesgos que no deben pasarse por alto. La volatilidad sigue siendo un factor determinante, especialmente en los últimos meses del año, cuando suelen producirse correcciones dentro de los grandes ciclos alcistas. Además, la previsión depende en gran medida de que continúe el apetito de los inversores institucionales y de que el contexto político y regulatorio, sobre todo en Estados Unidos, no cambie de manera drástica. Cualquier cambio en la política monetaria de la Reserva Federal o un endurecimiento en la regulación cripto podría frenar el impulso.
Aun así, el sentimiento del mercado se mantiene abiertamente optimista. El interés por los ETFs de Bitcoin está en máximos históricos y cada vez más gestoras tradicionales se suman al sector. Para los inversores minoristas, el mensaje es claro: los grandes jugadores están apostando por Bitcoin como un activo de largo plazo y, aunque las correcciones puedan aparecer en el camino, la tendencia de fondo sigue siendo alcista.
En este contexto, las estrategias más prudentes pasan por mantener una gestión de riesgo sólida, escalonar entradas y no dejarse llevar por la euforia. Si las previsiones de Standard Chartered se cumplen, estaríamos ante uno de los años más importantes en la historia de Bitcoin, con un escenario que podría redefinir la relación entre los activos tradicionales y las criptomonedas.
Conclusión
La apuesta de Standard Chartered refleja un cambio profundo en la percepción institucional sobre Bitcoin. Lo que hace unos años parecía un activo especulativo, hoy se consolida como un competidor directo del oro y un refugio frente a la incertidumbre económica global. Que alcance los 135.000 dólares en las próximas semanas o los 200.000 a final de año dependerá de muchos factores, pero una cosa está clara: Bitcoin ha vuelto a captar la atención del mundo financiero, y esta vez parece decidido a quedarse.

