El viernes por la noche, un fallo en la infraestructura de Binance y una oleada repentina de operaciones provocaron una fuerte volatilidad que arrastró el precio de tres activos: Wrapped Beacon ETH (wBETH), Binance Staked SOL (BNSOL) y el dólar sintético USDe de Ethena. Las caídas fueron abruptas; wBETH llegó a cotizar un 30 % por debajo de su precio normal, BNSOL perdió más del 40 % y USDe, que debería mantenerse en torno a un dólar, llegó a valer apenas 0,70 dólares en algunos momentos.
Binance reconoció que los problemas técnicos impidieron a los creadores de mercado estabilizar precios en tiempo real, lo que amplificó el impacto de la caída. La compañía anunció que revisará las cuentas afectadas de forma individual para determinar las compensaciones, aunque aclaró que las pérdidas por fluctuaciones normales del mercado no serán reembolsadas.
El desplome de USDe ha vuelto a poner bajo la lupa a los stablecoins algorítmicos. Este tipo de activos, diseñados para mantener su valor mediante estrategias automáticas en derivados, pueden desestabilizarse fácilmente si la liquidez o la cobertura fallan. La situación recuerda a lo ocurrido con TerraUSD (UST) en 2022, que terminó provocando uno de los mayores colapsos del mercado cripto. En este caso, Ethena había ganado popularidad en los últimos meses gracias a su promesa de ofrecer rendimientos sostenidos mediante estrategias de arbitraje, algo que ahora muchos analistas ponen en duda.
Mientras tanto, Binance busca reforzar la confianza. El plan de compensación, que se espera completar antes del 15 de octubre, consistirá en reembolsos automáticos en stablecoins (USDT o FDUSD) a los usuarios afectados. Aunque no se ha especificado el monto total, estimaciones del sector hablan de una cifra superior a los 20 millones de dólares.
El mercado ha reaccionado con cautela. Los precios de wBETH y BNSOL se han estabilizado parcialmente, aunque siguen por debajo de los niveles previos al suceso. El token BNB apenas ha mostrado movimientos, lo que demuestra cierta solidez del ecosistema de Binance, pero también deja al descubierto la dependencia de la plataforma respecto a su propia red.
Para los inversores, este incidente deja una lección clara: no todos los tokens vinculados o “envueltos” son iguales, y su estabilidad puede verse comprometida por factores externos. Mantener una cartera diversificada y entender los riesgos detrás de cada activo es fundamental en un mercado tan volátil como el de las criptomonedas.
Binance, una vez más, se enfrenta al reto de equilibrar innovación con seguridad. Su decisión de compensar a los usuarios podría mitigar parte del daño reputacional, pero la verdadera prueba será prevenir que algo así vuelva a suceder.

