Durante meses, Hyperliquid fue sinónimo de liderazgo en los contratos perpetuos on-chain. Su dominio llegó a superar el 70 % del mercado, una cifra que parecía inalcanzable para cualquier competidor. Sin embargo, el auge de Aster y Lighter ha cambiado por completo el panorama. En cuestión de semanas, la participación de Hyperliquid se ha reducido casi a la mitad, dejando claro que el sector ya no responde a los mismos patrones de hace unos meses.
En septiembre, el volumen mensual de los protocolos de perpetuos superó por primera vez el billón de dólares. En esa carrera, Aster se colocó a la cabeza con más de 420 000 millones, relegando a Hyperliquid al segundo puesto con algo más de 280 000 millones. Lighter, aunque todavía se encontraba en fase de pruebas, consiguió captar la atención del mercado con 164 000 millones de dólares negociados.
Aster ha sido la gran sorpresa. Su volumen y su interés abierto (open interest) se dispararon más de un 30 000 % en pocas semanas, impulsado por el respaldo de Binance Labs y la expectativa de su próxima red propia, Aster Chain, que promete combinar velocidad, privacidad y escalabilidad gracias a la tecnología zk. Esta combinación de innovación y apoyo institucional ha sido clave para atraer nuevos traders y liquidez fresca.
Lighter, por su parte, apuesta por un enfoque más técnico, apoyándose en infraestructuras zk-rollup que reducen costes y aceleran la ejecución de órdenes. Su objetivo es claro: ofrecer un entorno de negociación tan eficiente como un exchange centralizado, pero con la transparencia y seguridad de la blockchain.
La rivalidad entre los tres gigantes ha ido mucho más allá de los volúmenes. Hyperliquid decidió listar el token ASTR con apalancamiento de 3× para atraer la atención del público de su competidor. Aster contraatacó ofreciendo contratos perpetuos sobre el token HYPE, propio de Hyperliquid, con apalancamientos de hasta 300×. Estas maniobras, que rozan lo simbólico, muestran el nivel de tensión que vive el mercado.
Detrás de esta lucha de poder también se esconden riesgos considerables. Los altos niveles de apalancamiento aumentan el peligro de liquidaciones en cadena, y la presión por mostrar grandes volúmenes puede llevar a prácticas poco sostenibles. Además, con el interés regulatorio creciendo en torno al trading de derivados cripto, las plataformas on-chain deberán demostrar que pueden sostener su modelo con transparencia y solidez.
El futuro del trading descentralizado parece estar en plena redefinición. Hyperliquid sigue siendo un referente, pero Aster y Lighter representan una nueva generación de protocolos más dinámicos, con estructuras técnicas y económicas adaptadas a un mercado cada vez más sofisticado. El ganador no será quien tenga más volumen momentáneo, sino quien logre construir un ecosistema capaz de perdurar y evolucionar.
La competencia apenas comienza, pero una cosa es segura: el trono del trading on-chain ya no tiene dueño.
