Bitcoin ha conseguido eliminar un hueco de precios que llevaba semanas pendiente en los contratos de futuros de la CME, un movimiento que muchos analistas consideraban inevitable. Estos gaps se generan cuando el mercado spot y el de futuros se desconectan temporalmente durante los fines de semana, y suelen cerrarse con el paso del tiempo, ya que los traders aprovechan esas zonas como objetivos naturales de precio. En este caso, el hueco se encontraba alrededor de los 106.000 dólares, nivel que finalmente fue alcanzado tras varios días de movimientos laterales.
El cierre del gap ha devuelto cierta calma al mercado, pero no ha desatado una ola de optimismo. Los traders profesionales se muestran cautos, conscientes de que el próximo gran catalizador será el dato de inflación que se publica este viernes en Estados Unidos. Este informe del CPI podría determinar si la Reserva Federal mantiene su tono restrictivo o si, por el contrario, deja entrever una posible relajación de la política monetaria en los próximos meses.
En el corto plazo, el comportamiento del precio refleja una clara pausa. Después de sellar el hueco, Bitcoin se mueve en un rango entre los 105.000 y los 110.000 dólares, con volumen moderado y sin señales claras de ruptura. Algunos analistas interpretan esto como un simple respiro antes de un nuevo impulso, mientras que otros advierten que el mercado aún podría volver a probar los soportes si el dato de inflación sale por encima de lo esperado.
El contexto macroeconómico sigue siendo la gran variable que condiciona la evolución del mercado cripto. Una inflación más alta de lo previsto podría reforzar al dólar y presionar a los activos de riesgo, mientras que un dato más moderado sería interpretado como una señal positiva para Bitcoin y el resto del ecosistema. En otras palabras, el cierre del gap es solo el primer capítulo de una semana decisiva.

