El mercado de divisas ha entrado en una fase de calma tensa. Tras varios días de movimiento irregular, el dólar frente al yuan offshore se ha estabilizado dentro de un rango bien definido. Los analistas del UOB Group consideran que el impulso alcista se ha debilitado, lo que reduce la probabilidad de ver un avance sostenido en el corto plazo. Por ahora, el par parece conformarse con moverse entre 7,1200 y 7,1550, un rango que refleja el equilibrio temporal entre compradores y vendedores.
La atención se centra ahora en los niveles técnicos que podrían definir el próximo movimiento. Mientras el soporte de 7,1330 se mantenga firme, el sesgo general seguirá siendo neutral con ligera inclinación alcista. Una caída por debajo de esa zona podría generar presión adicional y abrir la puerta a descensos hacia 7,1200. Por el contrario, un cierre diario por encima de 7,1550 reforzaría el tono positivo, con objetivos inmediatos en torno a 7,1650.
Más allá de la lectura técnica, el contexto macroeconómico también pesa. El mercado está pendiente de los próximos datos de inflación en Estados Unidos y de las decisiones del Banco Popular de China, que podrían modificar el diferencial de tipos de interés y, por tanto, el atractivo relativo de ambas divisas. Además, cualquier sorpresa geopolítica o movimiento en los mercados emergentes podría actuar como detonante para romper el rango actual.
Para los traders, este tipo de escenarios suelen invitar a estrategias de operación por rango: comprar en zonas de soporte y vender en las resistencias, con una gestión estricta del riesgo para evitar falsas rupturas. Sin embargo, los más experimentados también saben que estos momentos de aparente calma pueden ser antesala de un movimiento brusco, por lo que mantener la flexibilidad es clave.
En resumen, el escenario más probable sigue siendo el de consolidación lateral entre 7,1200 y 7,1550, con un sesgo de neutralidad hasta que algún catalizador defina el rumbo. En el corto plazo, la clave estará en si el soporte en 7,1330 logra aguantar o si, por el contrario, una ruptura al alza por encima de 7,1550 marca el inicio de una nueva fase direccional.

