Zac Prince fue una de las figuras más visibles del auge de las criptomonedas durante el ciclo alcista de 2020 y 2021. Su antigua empresa, BlockFi, ofrecía préstamos respaldados por criptoactivos y cuentas de ahorro con rendimientos muy por encima de los de la banca tradicional. Sin embargo, todo cambió tras la caída de FTX en 2022. BlockFi se vio envuelta en la crisis, suspendió los retiros y acabó declarando bancarrota. Aquel episodio marcó el final de una etapa y el inicio de otra mucho más cautelosa para su fundador.
Ahora, Prince vuelve con una misión muy distinta. En Galaxy Digital ha encontrado la oportunidad de redimirse y de aplicar las lecciones del pasado en un entorno mucho más regulado y estructurado. Su papel será dirigir Galaxy One, una plataforma que aspira a convertirse en el punto de encuentro entre las finanzas tradicionales y el mundo cripto. No se trata solo de permitir la compra y venta de Bitcoin o Ethereum, sino de ofrecer cuentas de ahorro con intereses competitivos, productos financieros diversificados y la posibilidad de operar con acciones y ETFs desde una misma app.
Galaxy Digital, por su parte, lleva tiempo preparando este movimiento. La empresa de Mike Novogratz ha pasado de centrarse exclusivamente en clientes institucionales a mirar de frente al público minorista. Su objetivo es ofrecer una experiencia financiera completa, en la que los usuarios puedan gestionar tanto su dinero tradicional como sus activos digitales sin salir de la plataforma. Para ello, adquirieron la aplicación Fierce a finales de 2024, una base sobre la que han construido Galaxy One.
La estrategia de Galaxy se diferencia de la de competidores como Coinbase o Robinhood. En lugar de centrarse en el trading especulativo, buscan atraer a inversores más conservadores, interesados en combinar rentabilidad con estabilidad. La cuenta de efectivo promete un rendimiento del 4 % anual, y los productos de inversión más avanzados ofrecen hasta un 8 % para clientes acreditados. Todo ello bajo un marco regulatorio que pretende garantizar seguridad y cumplimiento.
Aun así, el regreso de Zac Prince no está exento de polémica. Muchos inversores recuerdan todavía el colapso de BlockFi y las sanciones impuestas por los reguladores estadounidenses por no registrar adecuadamente sus productos financieros. Prince, consciente de ese pasado, ha declarado que su enfoque actual es “mucho más prudente” y centrado en la transparencia. En esta nueva etapa, su prioridad será demostrar que una plataforma cripto puede ser rentable y, al mismo tiempo, cumplir con las normas del sistema financiero.
Galaxy One llega en un momento de madurez para el mercado. Tras los altibajos de los últimos años, el sector parece haber dejado atrás la fase especulativa y se dirige hacia una etapa más institucional y regulada. Las grandes firmas buscan ahora ofrecer soluciones que integren las criptomonedas con los servicios financieros tradicionales, y Galaxy Digital pretende posicionarse a la cabeza de esa tendencia.
El reto no será pequeño. La competencia es feroz y los inversores están más exigentes que nunca. Sin embargo, si Galaxy One consigue combinar rentabilidad, confianza y facilidad de uso, podría convertirse en una de las plataformas financieras más relevantes del nuevo ciclo. Para Zac Prince, representa mucho más que un nuevo empleo: es la oportunidad de reescribir su historia dentro del ecosistema cripto y de demostrar que de los errores también se aprende.

